Olla Ferroviaria Inoxidable 10 Raciones (Medidas Ø 350mm, altura 540mm)
El precio original era: 293,00€.263,00€El precio actual es: 263,00€.Añadir al carrito
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El precio original era: 330,50€.287,90€El precio actual es: 287,90€.Añadir al carrito
Un placer tratar con vosotros, encantada con mi olla ferroviaria de 14 raciones !! un lujo !!
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La olla es preciosa, gracias por vuestra ayuda por teléfono a la hora de hacer el pedido, recomendadisimo.
Dentro de esta web hemos seleccionado las mejores recetas elaboradas con mimo en putxera. Recetas en olla ferroviaria que te sorprenderan por su sencillez, hemos tratado de seleccionar las mejores, e iremos publicando las mejores recetas en olla ferroviaria.
Recetas en putxera ferroviaria de conejo guisado o una riquisima receta de albóndigas con tomate en olla ferroviaria por ejemplo, disfruta y conoce todos sus secretos.
Las primeras ollas ferroviarias de las que existen referencia eran muchísimo más rusticas que las que se fabrican en la actualidad por maestros artesanos, recordar siempre que la olla ferroviaria se hace completamente a mano por artesanos con una arraigada tradición. Hoy en día casi todas las que se fabrican se componen de un recipiente metálico dónde se realiza la combustión del carbón junto con un puchero de porcelana o barro cocido dónde se añaden los ingredientes principales de nuestro festín. Todo ello rodeado con 3 o 4 patas del mismo material metálico para su soporte y un asa con empuñadura de madera normalmente para su trasporte.
La primera pregunta a la que debes hacerte frente, no te preocupes si al principio te resultan familiares porque confundirlas entre ambas es un error bastante habitual.
La diferencia entre ambas es sencilla, una olla ferroviaria incorpora el sistema de combustión en el propio recipiente para poder prepararla en cualquier sitio, la olla tradicional necesita su combustión propia y necesita de un lugar preparado para poder cocinar con ella.
Recuerda: Una vez preparada la olla ferroviaria y este lista para su disfrute, apagar y tener controladas las brasas para prevenir accidentes.
Cada combustible tiene sus ventajas e inconvenientes. Por ejemplo, el gas para cocinar tiene la ventaja de ser cómodo y fácil de utilizar, tanto en su encendido como en el control de la llama.
Sin embargo, los auténticos amantes de las ollas ferroviarias prefieren la leña o el carbón. Hay muchos tipos de maderas y carbón que podemos utilizar para nuestras ollas, y en muchos casos, determinarán el tono de cocción que tendrá nuestro guiso.
Entre las maderas más utilizadas para cocinar en olla ferroviarias encontramos la leña de encina, de olivo, de roble, de naranjo , de haya y de fresno, entre otras. Pero…
El rey indiscutible es el carbón.
En www.ollaferroviaria.net hemos creado artículos en profundidad para cada uno de ellos, pero el rey indiscutible de las Ollas ferroviarias es el carbón vegetal. esta biomasa vegetal no contamina y es ecológica, y las brasas que producen tienen la característica de generar un calor uniforme y duradero ideal para cocinar durante un tiempo prolongado y realizar cocciones más lentas y uniformes.
El carbón vegetal tiene muchas variantes según la madera de procedencia así como su proceso de carbonización, podemos encontrar carbones de muchos tipos, quebracho blanco, de fibra de coco, de encina, entre muchos otros.
Pero el carbón mineral está en desuso debido a sus altos contaminantes y no aconsejamos su utilización.
La Olla Ferroviaria es un instrumento de cocina rudimentario de metal que daba de comer a los ferroviarios del tren de La Robla, convirtiéndose estos en chefs de lujo a pie de tren o andén en la estación de 1ª categoría de Mataporquera, cerca de la localidad cántabra de Reinosa.
Fue en el tren de La Robla (Linea que trascurría desde Bilbao a la Robla), inaugurado en 1894, donde se cocino la primera olla ferroviaria por parte de los sufridos maquinistas y fogoneros de la época. Una época convulsa en la que poder comer algo más que una buena olla ferroviaria o una rica tortilla de patatas era tarea casi imposible.
En un trayecto tan largo como el Bilbao-León La Robla, uno de los más largos de Europa en vía estrecha, las locomotoras de vapor y la poca oferta gastronómica de aquel entonces hacia agudizar el ingenio de los trabajadores infatigables, había que buscarse las habichuelas para poder comer caliente y de una manera austera y económica.
Los trayectos se hacían tan interminables que casi se olvidaba el destino del viaje. Los esforzados empleados del Ferrocarril Bilbao -La Robla soportaban jornadas de trabajo entre 10 y 16 horas, muchas veces con un frío extremo, y la necesidad de una comida caliente y nutritiva se hacia de rogar. Los trabajadores se encontraban con un problema a la hora de encajar las horas de la comida en sus quehaceres diarios. La solución fue realizar la comida sobre la marcha, aprovechando los recursos de las máquinas y su imaginación. Así nació la olla ferroviaria.
Inicialmente, probaron a conectar un tubo desde el serpentín de la locomotora hasta una vasija, donde conseguían preparar unos excelentes cocidos al vapor. Más adelante se avanzó en la sofisticación del invento: el carbón sustituyó al vapor y la cocción lenta en la cola del tren se impuso sin discusión. Se instaló así una forma de trabajar que eliminó el problema que suponía la hora de comer y, casi de rebote, creó todo un arte culinario que ha dado mucha fama a los ferroviarios. En el siguiente enlace puedes ver el funcionamiento de la olla ferroviaria.